Esteban Ibarra

Hoy, 21 de marzo de 2011,  conmemoramos  el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, siguiendo la invitación de  Naciones Unidas para recordar a las víctimas de esta lacra humana y comprometernos con una lucha que, por desgracia, se hace muy necesaria. En efecto, vivimos tiempos de aumento de la intolerancia hacia los inmigrantes, las minorías étnicas y otros colectivos sociales. Vivimos tiempos donde rebrotan actitudes envilecedoras para nuestra dignidad como seres humanos, que se manifiestan ante los que son distintos o diferentes  a nosotros.

Podemos observar cada día y en los más diversos lugares de nuestra geografía cómo se alimentan prejuicios, se desarrollan conductas, se difunden proclamas o se realizan manifestaciones que tienen como chivo expiatorio a los sectores más débiles, a los excluidos, a los marginados, víctimas del odio, la discriminación y también de la violencia, muchas veces justificados por las dificultades que ha impuesto al conjunto de la sociedad la actual crisis económica.

La Sociedad de Autores y el Movimiento contra la Intolerancia, conscientes y alarmados por la existencia de actitudes racistas y xenófobas, de comportamientos impropios de una sociedad democrática como la española, hemos decidido actuar conjuntamente y proponer una serie de iniciativas que contribuyan a transformar estas conductas. El camino para lograrlo o, al menos, intentarlo, es  la cultura en sus más diversas expresiones,  es la creación musical, dramática, audiovisual o coreográfica, es la palabra empleada para contribuir a la construcción de una sociedad de ciudadanos libres, a los que invitamos desde aquí a participar y colaborar.

En este sentido, DEMANDAMOS al Estado que incida de forma positiva en  la legislación y la vida política, de forma que se destierre cualquier  discriminación, odio  o violencia alimentados por el racismo, la xenofobia o cualquier forma de  intolerancia. PEDIMOS, igualmente, que haga los mayores esfuerzos para que la educación, la cultura, la sanidad, el empleo o la vivienda, entre otros,  sean cauces de integración y no de marginación para quienes buscan en nuestra sociedad  protección y nuevas oportunidades.

También SOLICITAMOS a la sociedad en su conjunto que se movilice para contrarrestar cualquier manifestación social o política que suponga afirmar o reconocer, de forma explícita o implícita, tanto la inferioridad de algunos colectivos étnicos, como la superioridad del propio, hecho en el que se fundamenta la conducta racista.

EXHORTAMOS a los/as ciudadanos/as  para que afirmen su voluntad de salvaguardar la personalidad y la dignidad humanas de cada miembro de nuestra sociedad como la suya propia, no aceptando que persista ninguna forma o manifestación de xenofobia o racismo.

Estamos convencidos de que todos los seres humanos somos iguales en derecho, libres y diferentes. Por ello, APOSTAMOS, sin temor, por una España de tolerancia y solidaridad en una Europa mestiza, pluriétnica e intercultural, donde sea posible la convivencia democrática y la diversidad y donde el encuentro entre semejantes y diferentes se viva como enriquecimiento cultural y bien social..

De igual modo, creemos que en los últimos tiempos han surgido nuevas formas de intolerancia, que es necesario erradicar en beneficio de todos, como la que proclama que los trabajadores de la Cultura no tenemos derecho a vivir de nuestro trabajo creativo. Despreciar o minusvalorar las obras de creación, que conforman nuestro imaginario colectivo y nuestro patrimonio cultural, nos empobrecen como ciudadanos y provoca una fractura en la cohesión social.

Por último, desde la convicción y la obligación que tenemos como ciudadanos y como autores NOS COMPROMETEMOS públicamente a trabajar para erradicar cualquier conducta discriminatoria, impedir que el egoísmo y la insolidaridad ganen terreno en nuestro pensamiento y en nuestras conciencias y, en definitiva, extirpar el racismo, la xenofobia y la intolerancia de la sociedad en que vivimos.

Madrid, 21 de marzo de 2011