El Supremo confirma la condena contra Blood&Honour y ordena su disolución
La ONG Movimiento contra la Intolerancia, personada como acusación popular en el procedimiento seguido contra los integrantes de la sección española de la organización neonazi internacional Blood & Honour, ante la Sentencia de la Sala II del Tribunal Supremo que desestima los recusos de casación interpuestos por los acusados quiere manifestar:
1.- Valora positivamente la confirmación de la sentencia de la Audiencia Provincial que consideró asociación ilícita a una entidad de carácter neonazi que gozaba de legalidad de inscripción y acción en el Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior.
2.- Acoge con esperanza el mensaje del Tribunal Supremo que en esencia ratifica la imposibilidad de existencia legal de este tipo de asociaciones racistas, xenófobas y antisemitas.
3.- Subraya que la correcta redacción del artº. 515 de nuestro Código Penal que prohibe la provocación e incitación al odio, la discriminación y la violencia por motivos racistas y otros, contrasta con la insuficiencia explicita del artº 510 que limita el hecho punible a la provocación, separandose este ultimo artículo del requerimirnto por El Consejo de Europa, aún no cumplido, de modificarlo para abordar situaciónes de difusión del discurso del odio como en la reciente sentencia de la Librería Kalki del propio Tribunal Supremo que absolvía a los acusados.
4.- Interpreta esta sentencia como un paso mas en el avance democrático en la acción jurídica contra el racismo, la xenofobia y el neonazismo a nivel internacional, como revela el propio alcance orgánico de Blood & Honour»
5.- Señala que la sentencia ofrece el dato que pone punto final al discurso absurdo sobre los grupos neonazis que minimiza su existencia con la falsa denominación de «Tribus Urbanas». Estamos ante organizaciones ilícitas y delictivas y la participación de jóvenes en estas estructuras debe de conllevar actuaciones preventivas de los poderes públicos para que sus concierto clandestinos, su captación en las gradas ultras del futbol y su eclosión creciente en webs, blogs y redes sociales en Internet no supongan una alteración creciente de convivencia y un problema para los colectivos mas vulnerables como los inmigrantes, homosexuales, sin techo, jóvenes progresistas y otros que son víctimas del odio neonazi.